
El pasado lunes 16 de abril, en la Universidad de Virginia Tech (en Estados Unidos), el joven Cho Seung-Hui, de 23 años de edad, llevó a cabo una de las mayores tragedias ocurridas en un centro educativo de este país (hechos que recuerdan a los ocurridos en el instituto de Columbine, donde hace ocho años dos adolescentes mataron a tiros a 13 personas). Cho, de nacionalidad surcoreana, y estudiante de esta misma universidad, abatió a tiros al menos a 32 personas, en su mayoría estudiantes, e hirió a otra serie de personas. Los hechos se produjeron dentro del campus universitario y, gracias a las declaraciones del director de la Universidad (Charles Steger), se ha podido realizar una reconstrucción de los hechos.
Los servicios de emergencia recibieron una primera alerta a las 7:15 de la mañana, momento en el que acudieron a la universidad y encontraron los cuerpos de dos víctimas en uno de los dormitorios de la residencia. En ese momento, el agresor no pudo ser apresado. Dos horas más tarde, se volvieron a tener noticias sobre un nuevo suceso en la facultad de Ingeniería. Se tiene constancia de que en ese tiroteo murieron la mayor parte de las víctimas del suceso. Tras este segundo abatimiento, el propio Cho se quitó la vida.
Según la policía, entre ambos tiroteos el joven Cho pudo aprovechar para enviar a la NBC un paquete que contenía varias imágenes digitales, vídeos y escritos, documentos que ahora se encuentran en manos del FBI y que podrían resultar determinantes a la hora de conocer los detalles concretos que le llevaron a cometer esa matanza. En uno de los vídeos difundido en parte por esta cadena televisiva, se ve al propio Cho atribuyéndose la matanza. Los testimonios de los testigos, estudiantes y conocidos de Cho Seung-Hui son fundamentales para ampliar los datos que permitan un mayor conocimiento de estos acontecimientos.
Cho Seung-Hui emigró a Estados Unidos cuando tenía ocho años con sus padres y su hermana mayor. Se ha conocido que Cho fue ingresado en un centro psiquiátrico en 2005, al dar pistas de cierta inestabilidad mental y mostrar tendencias suicidas. Su ingreso en este centro fue a causa del testimonio de dos chicas que manifestaron sentirse acosadas por Cho, aunque nunca llegaron a presentar cargos contra él.

