Suele decirse que recordar es fácil para quien tiene buena memoria y que olvidar es difícil para quien tiene buen corazón.
Suele decirse que recordar es vivir, pero que nunca debemos vivir de los recuerdos.
Suelen decirse tantas cosas…
Pero no está de más recordar que existe un cajón del olvido, un compartimiento donde poder dejar guardado para siempre todo lo que queremos hacer desaparecer de nuestra memoria (o lo que no queremos que nos provoque dolor).
El error es un segundo, y puede llevar la vida entera repararlo...
A veces hay que cometer errores para aveiguar cómo acertar. Los errores duelen, pero son el único modo de averiguar quén eres.
A veces aprendemos, del modo más duro, que hay que sopesar nuestra entrega.
Casi todas las heridas son más profundas de lo que pensamos, no se ven a primera vista. Y luego están las heridas que nos cogen por sorpresa. El truco está en hurgar en las heridas hasta encontrar la verdadera causa del dolor, y cuando la encuentras hay que dejarse la piel hasta curarla.
Suele decirse que recordar es vivir, pero que nunca debemos vivir de los recuerdos.
Suelen decirse tantas cosas…
Pero no está de más recordar que existe un cajón del olvido, un compartimiento donde poder dejar guardado para siempre todo lo que queremos hacer desaparecer de nuestra memoria (o lo que no queremos que nos provoque dolor).
El error es un segundo, y puede llevar la vida entera repararlo...
A veces hay que cometer errores para aveiguar cómo acertar. Los errores duelen, pero son el único modo de averiguar quén eres.
A veces aprendemos, del modo más duro, que hay que sopesar nuestra entrega.
Casi todas las heridas son más profundas de lo que pensamos, no se ven a primera vista. Y luego están las heridas que nos cogen por sorpresa. El truco está en hurgar en las heridas hasta encontrar la verdadera causa del dolor, y cuando la encuentras hay que dejarse la piel hasta curarla.

1 comentario:
Buscamos una verdad aún sin realidad; y no hay más que esto:
Algún sitio donde ir pero ningún sitio donde quedarte, y palabras que son las piezas del abismo y recuerdos igual que disparos en una diana.Y sin embargo, nos encontramos conduciendo de vuelta hacia nosotros mismos.
Porque la última frontera es nuestro corazón.
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